Conchudamente

UNA NOCHE DIFERENTE

Esa semana San Fermín, pequeño pueblo del sur de Perú, estaba de fiesta cumplía casi doscientos años de fundación, todo comenzó la noche anterior a la víspera, la plaza estaba llena de gente del pueblo y forasteros, habían llegado todo tipo de establecimientos de diversos juegos, en un rincón de la plaza un grupo de amigos se encontraban divirtiéndose haciendo bromas y ese tipo de cosas que hacen los adolescentes que están en sus últimos años de secundaria.

Los muchachos que se encontraba en ese grupo eran José un tipo hueco, el mas alto de todos, deportista nato, pero con un orgullo enfermo; Marco era su primo un tipo bastante escéptico para creer cualquier tipo de cosas, era muy desconfiado, aunque tenia un corazón muy grande; Luis era una mezcla de los dos anteriores, pero además tenia una gran debilidad por el dinero; otro de los muchachos era Charlie el gordo el mas perdido de esos chicos, tenia fama de ladronzuelo de quinta, pero a pesar de eso los chicos lo aceptaban, aunque intentaban que cambiara, el seguía el camino que ya había tomado años atrás, robar y estafar; Víctor era el mas dual de todos, algo contradictorio era muy astuto, pero al mismo tiempo un poco inocente en algunas cosas, era un tipo alto y el mas atractivo del grupo; y el ultimo que citare por se llamaba Rodolfo su calma y personalidad cuasi equilibrada contrastaba con sensibilidad ante los problemas, digamos cierta especie de debilidad, pero tenia una gran inteligencia que lo hacia diferente.

-Muchachos hoy tengo una cita, con una jerma buenaza- dijo Luis.

-¿Tendrás una cita con tu negro, mariconazo?- se mofo Víctor.

-Es en serio mierda, es la chica mas buena que he conocido, esta rica, pero re contra rica- aclaro Luis.

-¿Qué tal ocote tiene?- pregunto Charlie.

-El mejor ocote del Perú-respondió Luis.

-¿De que quien, de que jerma hablas?- pregunto Marco.

-Si, mierda para mi que nos estas paleando, te estas volviendo muy palero mucho te estas juntando con José- dijo Rodolfo.

-Calla mierda y deja que siga contando- replico José a Rodolfo

-No es de aquí recién ha llegado esta semana por el aniversario, se llama Silvana mañana se las presento- despejo las dudas Luis

Los planes ya estaban hechos para esa noche de diciembre que presentaba un cielo con luna casi llena, era momento de separarse, el reloj de Marco, señalaba las 8 y 10 pasado meridiano, todos se volverían a juntar a las 10 y media de la noche para tomar unos tragos por ahora todos tenían sus planes; José recién cenaría, Charlie ya le había echado ojo a los nuevos inquilinos de una casa, que parecían gente de buena posición económica; Víctor tenia que ir a visitar a su enamorada, Rodolfo iría a buscar a su hermano Cesar, Marco iría a una cabina de Internet a revisar su correo electrónico.

Marco tenia su cabina preferida “La Otra Dimensión” así se llamaba, pero esa noche sintió que fuertemebntel laganas de ir a otra cabin que casi nunca iba una cuyo nombre era “El hueco”, este establecimiento tenia poca clientela pero las ultimas noches se había llenado de clientes, todos ellos varones, a excepción de una bella joven de unos 19 años, Marco al preguntar al dependiente del lugar si había alguna maquina disponible, se dio cuenta que la maquina que estaba la lado de la chica se desocupo como por arte de magia, con el simple hecho de haber el pronunciado esas palabras, ya que apenas dijo “disculpe tiene alguna maquina libre” el tipo que estaba sentado al lado de la nena desocupo el lugar, así que se sentó en la plaza desocupada, comenzó a sentir sensaciones extrañas, que se volvieron mas extrañas al ver a esa chica, tan hermosa, pero no era solo su hermosura lo que le atraía era algo más, inexplicable que lo mantuvo hechizado ya que cuando a penas la vio no pudo dejar de hacerlo, a pesar de sentir vergüenza.

Ella al darse cuenta de su actitud le pregunto: “Tienes tortícolis y solo puedes mirar para este lado”. El estallo de risa. Ella insistió: es que tengo algo raro en la cara, para que me mires tanto y de esa manera. El le contesto: es que nunca vi un rostro tan bello- y ella le dio las gracias y comenzaron a entablar conversación.

-Disculpa mi impertinencia no quise molestarte-dijo Marco

-No te preocupes amigo con las palabras que me haz dicho, te perdono todo, ¿Cómo te llamas?-le pregunto la nena.

-Yo soy Marco y me pareces guapísima, me encantas y pocas veces soy tan directo, solo que esta vez no se porque, pero todo me llega, ¿tu como te llamas?

-Yo soy Diana.

-Como que no eres de aquí, primera vez que vienes, me parece que nunca te he visto antes, o me equivoco.

-Diste en el clavo es la primera vez que vengo, me ha gustado mucho, sus playas sus calles su tranquilidad. Muy, pero muy bacán.

-Que de donde eres?

- De Ica ¿conoces?

-La verdad no, pero me gustaría conocer parece un lugar interesante, por lo que me han contado. ¿De que parte de Ica eres?

-De la misma ciudad de Ica… disculpa pero ya me tengo que ir, tienes teléfono?- le pregunto Marco mientras pedía un papel y un lapicero al encargado de la cabina.

-Dime podríamos salir mañana en la noche

-Claro pero hazme un favor consíguete un amigo para que poder salir en dobles, es que tengo una prima que vino conmigo, por favor, ella es muy bonita,

-Más bonita que tú no creo.

Ella se sonrojo el redijo: Pero que tipo de chico le gusta más o menos.

- Todo tipo, uhmmm,….., pero creo que cierto una predilección por los morenos.

-OK, no hay problema

-el teléfono de la casa que mi papa alquilo es 567843- ella dijo mientras el apuntaba su numero de teléfono en su celular.

-Si y por donde es la casa que alquilo tu papa.

-Por la plaza, es una casa verde, de dos pisos.

-En esa casa dicen que penan, la conozco es la casa de los Orozco, que en paz descansen, ahora la municipalidad la alquila después que todos ellos murieron.

- Si pero mi familia no cree en eso, en esas cosas.

- Si yo tampoco creo en eso.

-Mejor, no me gustan los chicos que creen en esas estupideces-dijo diana mientras Marco se reía un poco y añadió-además mi padre era amigo de esos Orozco.

-A su madre.

-Si y tu por donde vives.

-A unas pocas cuadras de acá, en la Avenida Vespucio.

-Bien ya tengo que irme, cuídate, me llamas mañana.

Se despidieron con un beso en la mejilla y el quedo en llamarlo el día siguiente para quedar de acuerdo en lo que harían en la noche.

*

Ya eran las 10 y media de la noche, y la calle estaba llena de ambulantes, todo el pueblo parecía una feria inmensa y Marco volvía a su casa mas feliz que nunca, pero se sentía muy raro, el tenia suerte con las chicas pero nunca fue tan atrevido para conocer a una chica, normalmente usaba métodos mas lentos, pero esta vez fue muy diferente, pensó esa sensación entre miedo y atracción extrema que tenia por esa chica era producto de lo que la gente llamaba destino, podría ser el amor de su vida. Pensar así le daba miedo nunca había sentido eso. Además ese miedo era anormal como si presintiera que algo iba a pesar sin saber si era bueno o malo.

Y bueno de tanto pensar ya había llegado a la puerta de su casa y al frente fumando un cigarro se encontraba José su primo, que vivía en la casa de al frente, recordó lo que le dijo se acerco a el.

-O José, he encontrado una flaca preciosa, y necesito tu ayuda.

- Que no te la puedes cachar solo- comento sarcásticamente José

- jjjajajajajaj, no seas pendejo…..huevón lo que pasa es, es que tiene una prima.

-osea yo con la prima.

- No huevón tú con el viejo.

- Ta bien pe, como es la cosa y cuando es.

- Para mañana en la noche, yo te aviso mañana la hora… pero sale o no sale

-Pero como no va a salir primo, mañana somos reja.

- Ja jajajjajaja, ya nos vemos negro, hoy no quiero a tomar con los chicos, quiero descansar bien para mañana.

-Esta bien, primo.

Y con un chau y una sonrisa, se despidió el negro de su primo, esa sonrisa que mostraba la felicidad y la sorpresa que le había causado al invitación de Marco, ese Marco que siempre había perdido con las mujeres, siempre terminaba mal, por eso José pensaba si las cosas no salen bien con esas flacas, al menos me reiré de la mala suerte de marco.

Y así se paso la noche de luna casi llena, fue una noche diferente a otras una madrugada que solo ocurría en esos días de fiesta en San Fermín, los perros ladraban mas de lo acostumbrado, algo parecido pasaba con otros animales como los gatos y los gallos; claro pero esas noche las cosas estaban un poco mas raras que en otros años, talvez porque los festejos habían sido los mejores y los mas bullicios en muchos años.

....CONTNUARA